La palabra Europa es, simplemente, el modo en que los griegos antiguos denominaban a la parte de Grecia que estaba en el continente.
Europa (en griego antiguo Εὐρώπη Eúrṓpē) era una mujer fenicia. Prendado de Europa, Zeus se transformó en un toro blanco y se mezcló con las reses que tenía el padre de la muchacha. Mientras Europa y su séquito recogían flores cerca de la playa, ella vio al toro y acarició sus costados y, al notar que era manso, se montó en él. Zeus aprovechó esa oportunidad; corrió al mar y nadó hasta la isla de Creta llevando a Europa en el lomo. Ya en Creta, Zeus reveló su auténtica identidad y Europa se convirtió en la primera reina de la isla.
Zeus dio a Europa un collar hecho por Hefasto y otros tres regalos: Talos (un autómata de bronce), Lélape (un perro que nunca soltaba su presa) y una jabalina que nunca erraba. Más tarde, Zeus recreó la forma del toro blanco en las estrellas que actualmente se conocen como la constelación Tauro.
El continente europeo recibe el nombre de «Europa» en todas las lenguas germánicas (salvo en inglés, donde se llama Europe y en francés, donde se pronuncia [øʀɔp] ), en húngaro (Európa) y en todas las lenguas eslavas que usan el alfabeto latino, así como en griego y en latín. Su transliteraciòn del ruso equivale a Evropa.
Pero, no sólo la palabra Europa proviene de la antigua Grecia, sino que también la civilización europea tiene sus cimientos en ella. Los sabios y filósofos griegos son los padres del mundo, tal y como lo conocemos los europeos. Leer más