Conversos y renegados. La historia del nacionalismo catalán (I): Oda a la Patria

Muchas veces en este Blog he observado que hay muchas más visitas cuando se habla de un tema actual, cuando lo que muestro es algo relacionado con la historia. Eso ha hecho que haya tardado bastante tiempo en empezar a redactar esta serie de entradas (podéis encontrar la segunda de ellas, es decir, la que continúa a la presente clickando aquí) que quería hacer ya desde tiempo. No sé si la historia interesa mucho pero creo que, a pesar de hablar del pasado, el tema del nacionalismo catalán y la nación inventada es tan actual que a muchos interesará. Estos escritos son un reflejo de meses leyendo libros sobre el tema, de visitar páginas web  y de repasar datos y diarios en el archivo, es decir, de leer todo lo que ha llegado a mis manos sobre el nacionalismo catalán y la deriva separatista.

Cuando empecé a recapitular datos creí que habría cuestiones que causarían debate, partes de la historia que podrían no quedar claras entre cómo lo describen los independentistas y la realidad, pero lo cierto es que no pues todo está tan claro que realmente no hay debate. A través de los escritos, pues, trataré de ir escribiendo qué autor, en qué libro o en qué diario encontré lo que voy narrando.

En esta serie de entregas, hablaremos de la historia del nacionalismo catalán. Más allá de las leyendas del país milenario que nos han vendido en los últimos años, trataremos de acercarnos al verdadero nacionalismo, intentando explicar los hechos, lo acontecido y los nombres más importantes de más de un siglo de catalanismo y de la historia de Catalunya. Iremos hacia delante y atrás para explicar todo lo relacionado con el nacionalismo y cómo ha derivado al punto actual en el que el gobierno autonómico catalán desafía al Estatuto de Catalunya, a la Constitución Española y, en definitiva, a los ciudadanos en un ataque contra el Estado.

Para ello, comenzaremos en el año 1833 ya que es entonces cuando todas las historiografías catalanistas coinciden en atribuir como el origen de La Renaixença (El Renacer) a una poesía de Bonaventura Carles Aribau llamada Oda a la patria. 

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Oda a la Patria (Bonaventura Carles Aribau)

La Renaixença se podría definir como un movimiento cultural y toma de conciencia catalana que reivindicaba el uso público y cultural de la lengua catalana. Según sus seguidores, el idioma catalán estaba cerca de desaparecer a causa del «colonialismo» cultural y político castellano. El primer tinte político que se le dio fue culpar de la situación del momento de la sociedad catalana a los Borbones y a la abolición de las instituciones políticas catalanas por el Decreto de Nueva Planta, un conjunto de decretos promulgados entre 1707 y 1716 por el rey Felipe V, vencedor de la Guerra de Sucesión (dicha guerra se libró a causa de la muerte sin descendencia del Rey Carlos II El hechizado y a la reclamación del trono tanto por parte de Felipe de Borbón como del Archiduque Carlos de Habsburgo), por los cuales quedaron abolidas las leyes e instituciones propias del Reino de Valencia, del Reino de Aragón, del Reino de Mallorca y del Principado de Catalunya (16 de enero de 1716), todos ellos miembros de la Corona de Aragón y que se habían decantado por el Archiduque Carlos como heredero al trono.

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Decreto de Nueva Planta (1716)

Ya volveremos a esta Guerra de Sucesión en adelante ya que es otra de las grandes mitificaciones del nacionalismo catalán, pero ahora nos centraremos en La Renaixença y en ese embrión que, como hemos escrito antes, fue el poema de Aribau llamado Oda a la patria, tal y como reconocen todos los que escribieron sobre los inicios del nacionalismo, entre ellos Rovira i Virgili en su Historia de los movimientos nacionalistas.

Sin embargo, Aribau nunca fue nacionalista y, si repasamos su vida y obra, observaremos lo obvio que es esto. No se trata ya de que Aribau usara el castellano normalmente en su día a día, cuestión que era bastante común entre la burguesía y los intelectuales del momento ya que, por aquel entonces, hablar en castellano era visto como signo de distinción, lo que hacía que en Catalunya se hablase catalán en la zona rural y castellano en las grandes ciudades, sino que en 1817, en su discurso Sobre la posibilidad de un idioma universal. Tratado de taquigrafía, defendió que el castellano debía ser esa lengua universal. Aribau deseaba que el gobierno de España extendiera la lengua castellana a todos los rincones del país, entre otras cosas para reforzarla de cara a ser esa lengua universal.

Curiosamente, el hombre al que asocian con el inicio del catalanismo vivió gran parte de su vida en Madrid, fue co-director (junto al también catalán Manuel de Rivadeneyra) de la Biblioteca de Autores Españoles, además de colaborador en los periódicos El Español, La España La Nación,  y dirigió el diario madrileño El Corresponsal . Como pueden imaginar, por sus nombres ninguno de ellos era cercano al catalanismo.

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Bonaventura Carles Aribau (1798-1862)

Y ustedes dirán que, si todo esto es así, por qué los historiadores catalanistas dan inicio con él al nacionalismo catalán. Lo cierto es que Rovira i Virgili y otros historiadores de ideas republicanas y de izquierdas no veían con buenos ojos, como explicaremos más adelante, reconocer que la realidad es que el nacionalismo catalán surgió de la burguesía conservadora y monárquica de Barcelona, así que decidieron darle «el honor» de ser el padre del catalanismo a un republicano y de izquierdas. Además, dado que Rovira i Virgili aseguraba que el origen del catalanismo provenía de las ideas jacobinas de la Revolución Francesa, era acertado por su parte que se eligiese a un afrancesado como Aribau como origen del renacimiento del catalanismo, por más que realmente no fuese nacionalista.

La realidad de Oda a la patria es que, debido a la celebración del santo del Marqués Gaspar de Remisa, noble afincado en Madrid y nacido en Catalunya, sus empleados, entre los que estaba Aribau, deciden hacerle como regalo unas poesías escritas en diferentes lenguas. A Aribau le toca realizarla en catalán, como él mismo reconocería en una carta a su amigo Francesc Renart. Oda a la patria se publicó por primera vez en el Periódico El Vapor y realmente no tenía titulo. Lo cierto es que fue el propio periódico quien lo bautizó como La Patria y no sería hasta ocho años después cuando en 1841 Joaquin Rubio i Ors lo tituló como Oda a la patria en el prólogo de la primera edición de Lo Gaiter del Llobregat.

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Marqués Gaspar de Remisa

El poema, escrito de un catalán para otro, hablaba de la nostalgia de alguien que vive fuera de su tierra, teniendo, así, referencias a las montañas y la mar de Catalunya pero no reivindicaciones políticas ni nada parecido. Lo cierto es que la única referencia que se hace en él al idioma catalán es para calificarlo como «la lengua de aquellos fuertes que acatan los reyes» y a Catalunya la cita como «Región« al referirse a los que, nacidos en Catalunya, no se emocionan al oír hablar en catalán.

De modo que, resumiendo, diremos que La Renaixença surgió como un movimiento cultural para evitar la muerte del idioma y las costumbres catalanas. Es cierto que la literatura catalana había ido a menos y que los más grandes escritores catalanes lo hacían en castellano, pero es falso que no se escribiera en catalán. De este modo, varios historiadores apuntan que, antes del poema de Aribau, se habían escrito 250 títulos literarios en catalán en el siglo XIX, así como también que, por temas políticos y no admitir que los inicios del catalanismo fuese cosa de la burguesía monárquica barcelonesa, Rovira i Virgili y otros historiadores acuñaron el nacimiento del movimiento a un poema escrito por un catalán que reivindicaba el castellano como lengua universal, que la usaba a diario y que escribía en ella (en toda su bibliografía solamente encontramos unas pocas poesías en catalán) y que, para más inri, iba destinado a un aristócrata que acabó siendo director del Tesoro debido a su amistad con la Reina María Cristina, es decir, a un Borbónico, un Botifler como llaman despectivamente a estos en Catalunya que, además, se había enriquecido vendiendo pertrechos a las fuerzas napoleónicas que mataban a los catalanes.