Cataluña IV (de 1306 a 1453) Lo que el nacionalismo nunca te contará

En nuestra anterior entrada, nos habíamos quedado en cómo los Reyes de Aragón y los Almogávares lograban tener el control del Mediterráneo. Con esas conquistas, la Corona de Aragón y, sobre todo, la costa de Catalunya se convierten en ciudades importantísimas para el comercio y le proporcionan riqueza. Sin embargo, Valencia, que sustituye a Barcelona como puerto principal de las posesiones aragonesas, crea una gran crisis en actual Catalunya que la llevará (y también a consecuencia de la peste) a perder más de la mitad de sus habitantes.

Quien debía ser Jaime III, hijo de Jaime II, de Aragón renunció al trono para tomar los hábitos. Eso supuso que su hermano Alfonso acabase siendo rey bajo el nombre de Alfonso IV. Dicho Rey de Aragón se casaría con la hija del Rey de Castilla, en la enésima demostración de que las relaciones entre los reinos de las Españas eran algo más que la de simple vecindad. Leonor de Castilla mostraría también en su sello los emblemas de Castilla y Aragón juntos, algo que, como hemos dicho, era normal dado que no representaban territorios sino linajes familiares.

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Sello de Leonor de Castilla (1330) con los escudos de Castilla y Aragón

El siguiente rey de la Corona de Aragón (y siempre Conde de Barcelona) fue Pedro IV, con el que sí los nacionalistas encuentran un clavo donde agarrarse ya que estuvo en guerra contra Castilla. Aragón y, sobre todo, Catalunya, al ser la zona costera donde había habido más comercio, pasa por una gran crisis. Las pestes, las pérdidas de cosechas, el abastecimiento del control de las zonas conquistadas en el Mediterráneo… hacían que se estuviera en horas bajas. Los «Pageses» se revolvían contra los señores feudales y Pedro IV, quien no era bien visto en Catalunya al tardar en jurar las leyes catalanas y, además, hacerlo en Lleida y no en Barcelona como se esperaba.

Conquistó, a la fuerza, Mallorca a su cuñado y tío lejano Jaime III de Mallorca y, como se ha indicado en unas líneas anteriores, luchó contra Castilla (o así es cómo lo vende el separatismo). En realidad, lucho contra el Rey de Castilla Pedro I pero, para apoyar a Enrique de Trastámara a la postre hermano de Pedro e hijo ilegítimo de Alfonso XI, contra Pedro de Castilla, volvería a las armas en la conocida como «Guerra de los Pedros». Pedro I quería recuperar los territorios murcianos que habían pasado al Reino de Valencia. El conflicto terminó con la Paz de Almazán en 1375 sin vencedores ni vencidos. Es decir, las relaciones entre los Reyes de Aragón y Castilla se estropearon temporalmente por venganza al intentar el Rey de Aragón intrigar contra el legítimo rey de Castilla pero, tras la paz y para seguir sellando la unión de los reinos de España, el heredero al trono de Castilla, que acabaría siendo Juan I de Castilla, se casó con Leonor, hija de Pedro IV de Aragón.

En los tiempos de la Guerra de los Dos Pedros fue cuando se instituyó la Generalitat como herramienta recaudatoria ya que, por más que los delirios soberanistas de la nación milenaria digan, no era una herramienta política ni provenía de los tiempos en los que el Condado de Barcelona estaba separado de Aragón. Lo que sí es cierto es que existía como meros recaudadores de impuestos.

Juan I de Aragón fue un rey que trató de darle importancia a las letras y la cultura en general. De hecho, fue quien organizó los Juegos Florales que la Renaixença recuperó para ensalzar el catalanismo.  A su prematura muerte, su hermano Martín I el Humano se coronó rey de Aragón, aunque también tuvo la desgracia de ver morir a sus cuatro hijos no dejando descendientes. Con esto llegamos al Compromiso de Caspe (1412), situación que es vista por algunos soberanistas como el principio del fin de la Catalunya como país independiente, por más que hemos visto que fue siempre una zona dependiente de otro reino.

Con la muerte de Martín I, acabaría la dinastía de los Reyes de Aragón y Condes de Barcelona. Al no haber sucesor al trono, los representantes de Aragón, Valencia, Mallorca y del Condado de Barcelona eligen como Rey a un Trastámara, un infante de Castilla. Como hemos comentado, fue una decisión democrática para los tiempos que eran, de modo que Aragón y por ende Catalunya tenían como Rey al hermano del Rey de Castilla, sin guerras, sin usurpar el poder.  La mezcla, como hemos dicho, provenía de lejos, pues los Reyes de Aragón y Castilla estaban emparentados desde hacía siglos, pero desde ese momento y más allá de que siguiesen siendo reinos diferentes, Castilla y Aragón formaban uno solo. De este modo, Fernando I, también conocido como Fernando de Antequera por su importante victoria  en la ciudad malagueña contra el Reino de Granada, es nombrado Rey de Aragón.

Como hemos dicho, para muchos nacionalistas éste es el fin de la independencia de Aragón y de la de Catalunya. Aquí quiero hacer un inciso, y permítanme que me aleje del tema pero es que es un tema que me llama la atención. Los cambios de dinastía que se estudian, debido seguramente al machismo de la época y al hecho de dar mayor importancia al varón, se acostumbran a tratar como tal sin serlo realmente. De este modo, por ejemplo, si Carlos V era hijo de Juana I la Loca, ¿por qué cambia la dinastía si ya no son Trastámara sino Austrias, simple y llanamente por el primer apellido, por la superioridad que se le asignaba al hombre? Así que, observándolo desde el punto de vista actual, ¿deberíamos seguir hablando de cambio de dinastía? En ese sentido y hablando de Fernando I, siendo éste como era nieto de Pere IV e hijo de Leonor de Aragón, ¿qué cambio dinástico hay? ¿Por qué Fernando I es el primer Trastámara? ¿Que fuese hijo de su madre y nieto de su abuelo no es suficiente para entender que pertenecían a la misma familia? Pero, en fin… volvamos a la historia y a lo que nos pertañe.

Como hemos destacado antes, para los separatistas éste es el inicio de la castellanización de Aragón y, por ende, de Caatalunya y el fin de «la Catalunya original», por más que Fernando I jurara las leyes del Condado de Barcelona. La realidad es que los separatistas tienen que culpar a alguien de la crisis que llevó a la desesperación y que acabó en el matrimonio de Isabel y Fernando, en el cual Castilla buscaba la total unidad de España y Aragón el cobijo de Castilla, ante su gran crisis. De modo que, siendo esto sabido por todos, tratan de culpar de esa crisis al inicio de la dinastía de los Trastámara en Aragón, por más que, como hemos escrito antes, todos los historiadores apunten a que la decadencia en la actual Catalunya comenzara mucho antes, en la época de Jaime II de Aragón.

Fernando I de Aragón reinó poco tiempo; a pesar de ello, en los aproximadamente tres años y nueve meses que duró su gobierno, reorganizó la Hacienda (Diputación del General, conocida coloquialmente como Generalitat) y saneó la economía y la administración de la Corona. Mejoró la seguridad ciudadana, impidió las persecuciones contra los judíos y también emprendió una reforma de los gobiernos de los municipios buscando una mayor participación de sus representantes. Además, calmó la guerra civil en Sicilia, manteniéndola en las posesiones aragonesas.

Con la muerte de Fernando I, el reinado pasó a su hijo Alfonso V, que se casó con Leonor Urraca de Castilla, hija del infante Sancho (hijo bastardo de Alfonso XI de Castilla). En esta época es cuando Valencia se convierte definitivamente en el principal puerto de la Corona, perdiendo importancia Barcelona e, inevitablemente, Catalunya. Eso le creó problemas con la burguesía gremial y comercial catalanas, problemas a los que se le sumaron la queja ante la existencia de demasiados miembros castellanos, lo que supuso que en 1419 el monarca redujera y organizara la casa real. Obviamente, entre esos miembros de la nobleza castellana, había muchos que tenían sangre aragonesa y provenían de sus reyes pero el hecho de que por línea paterna fuesen castellanos les hacía, a los ojos de la época, ser únicamente castellanos.

En ese momento, ocurrió en Castilla algo que los separatistas o no cuentan o sólo mediocuentan ya que no les interesa. Enrique III de Castilla muere (1406) cuando su hijo Juan solamente tiene un año y en el testamento deja escrito que su viuda y su hermano Fernando sean regentes de Castilla hasta la mayoría de edad de su hijo. Cuando Fernando es coronado Rey de Aragón, éste deja en Castilla, a la guardia de sus intereses, a sus hijos Juan y Enrique. En 1419 el que sería Rey Juan II se declara mayor de edad a los 14 años y quiere desligarse de la supervisión de Juan y Enrique, infantes de Aragón. Para tratar de resolver el problema, Juan II contraería matrimonio con su prima Marina de Aragón, hija de Fernando I y hermana de los infantes Juan y Enrique, de los cuales Juan II quería desvincularse. No pudiendo despegarse de la influencia aragonesa, Juan II deposita la confianza de sus destinos en Álvaro de Luna, al que nombra Condestable de Castilla, es decir, Jefe Supremo del Ejército en contra del criterio de los infantes de Aragón, lo que acabará en una guerra civil entre Juan II, la pequeña nobleza y el ejército de Álvaro de Luna contra los infantes de Aragón y la nobleza de Castilla, que luchaban porque el reino no quedase en manos de Álvaro de Luna y, contrariamente, continuase con su saga familiar. Para dicha guerra civil, la nobleza castellana pidió la ayuda de Alfonso V rey de Aragón. Es decir y resumiendo, el Rey y los infantes de Aragón lucharon junto a los nobles de Castilla para que los destinos del reino no fuesen perjudicados, acusando a Álvaro de Luna de usurpador del trono.  

Con Alfonso V fue cuando el reino de Aragón tuvo sus mayores posesiones en el Mediterráneo hasta que la caída de Constantinopla (1453) y los piratas turcos complicaran su control y navegación.

mapa Reino de aragon
El Reino de Aragón en su máximo esplendor en 1443

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