La eterna campaña electoral de Pablo Iglesias

Todos sabemos que en política, cuando se está en campaña electoral, hay ciertas cuestiones que se llevan a la exageración, así como también que, para Podemos y sus partidos satélites, la campaña electoral no ha acabado aún. De hecho, yo creo que para los miembros de Podemos la vida es una campaña electoral sin fin.

Da la impresión de que Podemos se siente como pez en el agua en este escenario y quizá por eso no quiere que se forme gobierno ya que, como ha ocurrido desde el día de las elecciones hasta hoy, está quedando claro que a la hora de trabajar no son tan eficaces como a la hora de hacer discursos en la Sexta.

Aún así, debería haber límites y, por más que a los tertulianos, columnistas y analistas políticos les interese el juego que se traen Pablo Iglesias y sus secuaces, hay cosas que no se deben dejar pasar por el bien de las personas que, cuando leen los diarios, oyen la radio o ven la tele, tratan de informarse y no de desinformarse.

El nuevo juego del trilero, la nueva frase de Pablo Iglesias que todos sus vasayos, que toda su corte, repiten como un mantra es que Albert Rivera y Ciudadanos deben abandonar su postura agresiva contra Podemos.

Ahora parece que en el Reino de Oz donde viven los podemitas, en ese mundo imaginario que sólo puede verse con ojos de fanático guerracivilista, Ciudadanos es agresivo, es decir, más agresivo que ir con Bildu en Euskadi como ha hecho el partido morado y, desde luego, mucho más violento que los concejales de Podemos que están ingresando en prisión por golpear a políticos o policías. Obviamente, también más violento que pactar con partidos que llaman a desobedecer las leyes y con los partidos separatistas que creen tener un ADN superior al del resto del país.

Y todo porque Rivera manifestó que no votaría a favor ni se abstendría en un gobierno en el que estuviera Podemos. «Con sectarismo no se avanza» dijo Iglesias. ¿Entonces? ¿Por qué no deja que sea Presidente Pedro Sánchez en su pacto con Ciudadanos? Porque más fácil debería ser que Podemos aceptara un gobierno socialista con 200 puntos, en los que la mayoría son de temas sociales y regeneración política y en el que, además, Ciudadanos no ha pedido ministerios, que el partido naranja aceptara un gobierno en el que sí o sí Podemos debe tener al menos la mitad de los ministerios.

Podemos sigue empeñado en su pacto de izquierdas, un pacto de izquierdas que, por otra parte, debería contar con los independentistas ya sea de modo directo o indirecto y, además, con partidos tan de izquierdas como Convergència y PNV. ¿No le da vergüenza a Pablo Iglesias calificar a Ciudadanos de derecha y a estos dos partidos no?

Pablo Iglesias debe comenzar a aceptar que ningún otro partido va a aceptar para España las políticas que se han empleado en Cuba, Venezuela o Irán, que podemos discutir cuál es el camino, pero siempre teniendo claro que ese, desde luego, no lo es.

No es cuestión de siglas, no es que Ciudadanos no pueda aceptar a un partido u otro en un gobierno, lo que lógicamente no puede aceptar es exigencias mesiánicas ni trazar líneas rojas. Ciudadanos no va a aceptar que haya personas de primera y de segunda categoría en este país ni que la soberanía esté en los territorios y no en los ciudadanos.

Al final y como partido que siempre está de campaña, Podemos aceptará el pacto o no, dependiendo de cómo estén las encuestas electorales, dependiendo de cómo crean que pueden ir unas nuevas elecciones. Podemos ya sabemos lo que es y dónde mira, y no mira lo mejor para el país, sino lo mejor para su partido.

 

Fuente de la fotografía de portada: youtube.com

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